Previo a que Thomas Alba Edison creara el fonógrafo cilíndrico, sólo era posible escuchar música en vivo. Esto mismo generó la necesidad de conservar las piezas musicales que se quedaban grabadas en nuestras mentes, motivando la creación del gramófono, lo cual permitió cambiar el formato de un cilindro a un disco.
Una vez inventado el disco nos encontramos con que la tecnología solo nos permitía escuchar todo por un solo canal, o lo que denominamos como “monoaural”.
Los avances en la tecnología nos permitieron descubrir el sonido “estéreo” y posteriormente “polifónico” que nos permitía tener 2 o más canales de audio, dando lugar a la grabación con fidelidad de más de un instrumento a la vez.
La misma invención del estéreo en el mundo del vinilo nos acercó a conocer el abanico disponible del valor y sentido del coleccionismo musical, aunado a diseños gráficos innovadores que servían para el gran formato en el que se presenta el LP o disco de vinilo convirtiéndolo en objeto de colección por su formato perfecto para la música y tamaño ideal para el diseño.
En años más recientes nos hemos encontrado con situaciones mundiales complicadas como lo fue la pandemia de 2020, la cual orilló a los artistas y al mundo entero a encerrarse, cancelar conciertos, giras, festivales y eventos. Pero esto no detuvo a la música ni a los melómanos coleccionistas…
Además de los formatos digitales disponibles en nuestros dispositivos, aumentó la demanda de productos físicos de nuestros artistas favoritos, que nos brindaron el confort de tener una cierta cercanía con la mente y propósitos de quienes crearon dichos discos y con quienes no teníamos oportunidad de disfrutar en vivo debido a la pandemia.
A pesar de que existen otros formatos físicos y digitales, el vinilo ha demostrado ser el más efectivo en contra de la piratería; es mucho más complicado crear un disco de vinilo que un casete o un CD o DVD, lo cual lo convierte en un objeto de mayor valor coleccionable, elevando su estatus a formato más de élite, y al tener un costo mayor, se considera de edición limitada, con algún valor agregado sin dejar de lado un respaldo digital para adecuarse a los tiempos actuales.
Se ha demostrado que el tener la música de manera gratuita e inmediata ha encarecido los formatos de colección, como lo es el disco de vinilo, pero esto en vez de convertirse en algo negativo, lo que ocasionó es que se tome el vinilo como un objeto de culto, que puede usarse también como objeto de arte decorativo para la decoración de espacios de convivencia. Esto ha ocasionado un fenómeno extraño; 5 discos de vinilo suelen costar más que la misma tornamesa u otros dispositivos donde se reproducen. Es posible que esto afecte a futuro el mercado del vinilo, pero de momento se siguen considerando artículos de culto, de colección y decorativos, además de ser formatos musicales.